Desinformación en tiempos de COVID-19: ¿Qué podemos hacer para enfrentarla?

Nancy Sánchez-Tarragó

Texto completo:

PDF XML

Resumen

El 31 de diciembre del año 2019 una neumonía de causa desconocida recién detectada en Wuhan, China, aparentemente vinculada a un mercado de “animales vivos”, comenzó a ser monitoreada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde los primeros días de enero de 2020 la OMS puso en marcha su sistema de preparación y respuesta a emergencias con notas informativas sistemáticas, evaluación de riesgos y recomendaciones de salud pública.(1) Se identificó el causante del brote como un nuevo coronavirus, que posteriormente sería nombrado como Sars-Cov-2, y la enfermedad como COVID-19. En la medida en que los casos de la enfermedad comenzaron a diseminarse velozmente por el mundo, comenzó también a diseminarse rápidamente una avalancha de desinformación. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo a mediados de febrero, refiriéndose a la situación con el COVI-19: “no estamos luchando solo contra una epidemia; estamos luchando contra una infodemia. Las noticias falsas se propagan más rápido y más fácilmente que este virus, y son igual de peligrosas”.(2)



Copyright (c) 2020 Nancy Sánchez-Tarragó

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.