ARTÍCULO ORIGINAL

 

Las bibliotecas públicas por el desarrollo sostenible*

 

Public libraries for sustainable development

 

Sandra Fernández-Hernández, Gretel Lobelle-Fernández, Zoia Rivera

Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Las bibliotecas públicas son instituciones socioculturales comprometidas con el desarrollo sostenible. Desde el siglo XIX sus servicios generan beneficios en las comunidades y cuentan con su plena participación. En el marco de la agenda 2030, las bibliotecas públicas demuestran su valor e influencia en el desarrollo informacional y social de individuos, grupos e instituciones. En ese sentido, se identifican los objetivos de la agenda 2030 de las Naciones Unidas y se exponen las principales direcciones de trabajo de las bibliotecas públicas en torno al desarrollo sostenible basado en el método de análisis documental. Dicha exposición se realiza en función de cuatro dimensiones: acceso abierto y participación ciudadana, inclusión, cohesión, empoderamiento y desarrollo local, identidad y memoria, y espacios y actuaciones sostenibles. Esto permite advertir la diversificación de las actuaciones de las bibliotecas públicas y reafirmar su relevancia junto a otras instituciones públicas en la edificación de sociedades sostenibles.

Palabras clave: bibliotecas públicas; objetivos de desarrollo sostenible.



ABSTRACT

Public libraries are sociocultural institutions committed to sustainable development. Since the nineteenth century, public libraries services generate benefits in the communities with their full participation. In the framework of the 2030 agenda, public libraries demonstrate their value and influence in the informational and social development of individuals, groups and institutions. In this sense, the goals of the United Nations 2030 agenda are identified and the main work directions of public libraries regarding sustainable development are exposed based on the documentary analysis method. This exhibition is based on four dimensions: open access and citizen participation; inclusion, cohesion, empowerment and local development; identity and memory; and spaces and sustainable performance. The analysis of these dimensions allows to notice the diversification of the performance of public libraries and reaffirm their relevance with other public institutions in the building of sustainable societies.

Key words: public libraries; sustainable development goals.


 

 

INTRODUCCIÓN

Las bibliotecas públicas son instituciones sociales comprometidas con el desarrollo informacional y social de las comunidades. La diversidad de términos con los que se definen las actuaciones y responsabilidades de las bibliotecas públicas representan su versatilidad y su orientación multipropósitos.

Las bibliotecas públicas sirven a los individuos, grupos y entidades de las comunidades en las que se insertan con un carácter público y ético; de ahí que puedan ser conectadas con el término servicio. Sus instalaciones evolucionan en correspondencia con los usos sociales y las necesidades expresadas de las comunidades, por lo que son consideradas tercer lugar y lugares de encuentro; esto reafirma su condición de institución segura y confortable para la socialización y la construcción colectiva. Son apreciadas como "esos terceros lugares, tras el espacio de trabajo y el hogar, donde la gente va simplemente por el placer de estar: a relacionarse, a hablar, a pasar el rato".1

Las bibliotecas públicas pueden ser entendidas también como agentes sociales y culturales, en tanto fomentan el aprovechamiento de oportunidades y la creación y uso de herramientas para que las comunidades dialoguen sobre sus problemáticas y encuentren las mejores soluciones. Se visualizan como espacios vivos con una marcada orientación democrática y sociocultural.

El análisis de las contribuciones de autores como Jaramillo y Montoya Ríos,2 Domínguez Sanjurjo y Merlo Vega,3 Gómez Hernández,4 Sánchez García y Yurbero,5 Gallo León,1 Álvarez Ruiz y Manso Rodríguez,6 entre otros, refleja la presencia de un conjunto de etiquetas al describir y sistematizar las actuaciones de las bibliotecas públicas en las comunidades. Las etiquetas más recurrentes son: acceso, inclusión, alfabetización, aprendizaje, equidad, participación, desarrollo, transformación, integración, multiculturalidad, cultura del hacer y resiliencia. El detenido examen de esas y otras contribuciones han permitido sintetizar las funciones actuales de las bibliotecas públicas en cinco enunciados. Las bibliotecas públicas:

- Fomentan el acceso libre a la información.

- Impulsan la inclusión y la cohesión social en espacios infodiversos y multiculturales.

- Contribuyen a la formación y al aprendizaje a lo largo de la vida.

- Promueven la participación ciudadana.

- Favorecen el empoderamiento y el desarrollo de la comunidad.

Tales funciones representan la diversidad de actuaciones de las bibliotecas públicas contemporáneas y permiten advertir su contribución al desarrollo sostenible; sobre todo teniendo en cuenta que "las bibliotecas públicas contribuyen a la creación de comunidades vitales y únicas, desarrollan su flexibilidad, diversidad, interconexiones y adaptabilidad, mediante la creación de espacios, servicios y productos de información para el apoyo a la educación formal, la inclusión social, la igualdad de género, el fortalecimiento de la capacidad de aprendizaje en los individuos, la conservación del medio ambiente y la memoria histórica".6

Al respecto, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA)7 conecta los objetivos de la agenda de desarrollo de 2030 de las Naciones Unidas con las actuaciones de las bibliotecas. Por medio de ejemplos ilustra las acciones que realizan bibliotecas en diferentes regiones del mundo para contribuir a cada objetivo de la agenda. IFLA señala que las principales acciones son:

- Promover la alfabetización universal, incluyendo la alfabetización y las habilidades digitales, mediáticas e informacionales, con el apoyo de personal especializado.

- Superar las dificultades en el acceso a la información y ayudar al gobierno, la sociedad civil y la empresa a comprender mejor las necesidades locales en materia de información.

- Implementar una red de sitios de suministro de programas y servicios gubernamentales.

- Promover la inclusión digital a través del acceso a las TIC.

- Actuar como el centro de la comunidad académica y de investigación.

- Preservar y proporcionar el acceso a la cultura y al patrimonio del mundo.7

- Capacitar para promover nuevas habilidades necesarias para la educación y el empleo.

- Ofrecer [acceso a] espacios inclusivos en los que el costo no sea una barrera para adquirir nuevos conocimientos y habilidades.

- Socializar las investigaciones disponibles en bibliotecas médicas y hospitalarias que apoyen la educación y mejoren la práctica médica de los proveedores de atención médica.

- Difundir información sobre salud y bienestar (...) para contribuir a que las personas y las familias conserven su salud.

- Gestionar el acceso público para productores agrícolas [y otros emprendedores] a recursos en línea.

- Potenciar un colectivo que promueva la alfabetización temprana y la formación continua.8

La mayoría de las acciones identificadas por IFLA7 se corresponden con las actuaciones de las bibliotecas públicas. Estas instituciones se encuentran a la vanguardia con servicios de información accesibles como respuesta a intereses y demandas de los distintos grupos e instituciones que conforman las comunidades en las que se circunscriben. Sus actuaciones favorecen el diálogo y el hacer transparente entre los ciudadanos y las administraciones públicas, relación clave que viabiliza la consecución de un proyecto de sociedad acorde con los objetivos declarados en la agenda global para el desarrollo sostenible. En este sentido, la presente exposición tiene como propósitos identificar los objetivos de la agenda 2030 de las Naciones Unidas y exponer las principales actuaciones de las bibliotecas públicas en torno al desarrollo sostenible.

ALGUNAS PRECISIONES SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE

Desde el siglo XX se está manifestando por parte de muchas naciones una marcada preocupación hacia el desarrollo sostenible. Ya desde el año 1972, en la Cumbre de la Tierra de Estocolmo,8 se discute y se firma una declaración marcada por un llamado a preservar y a mejorar las condiciones medioambientales para las futuras generaciones. Es a partir de esta cumbre, que comienza a pensarse y a hablarse con un lenguaje donde la categoría desarrollo sostenible es protagonista.

En el año 1987, se presentó el informe “Nuestro futuro común en la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo” donde se establece el concepto de desarrollo duradero (o sostenible) como "el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades".9

Más de cuatro décadas de reuniones han promovido el intercambio de los distintos organismos y países, y sus resultados se han materializado en declaraciones y programas con diferente alcance. La Conferencia de Río (1992) y su declaración sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, junto al Protocolo de Kioto (1997), son los principales antecedentes de la Declaración del Milenio establecida en el año 2000. En dicha declaración se presentan los objetivos del milenio que en el periodo 2000-2015 orientaron las proyecciones de desarrollo de los países que la suscribieron. No obstante, no es hasta el año 2015, con la presentación de la agenda de desarrollo 2030, que se percibe una proyección mejor estructurada y una mayor consciencia y voluntad política para conducir su implementación.

En resolución aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015, los participantes, en representación de sus países, acordaron trabajar de forma colaborativa para alcanzar 17 objetivos y 169 metas de desarrollo sostenible con vistas al año 2030.9 Esa agenda esboza las proyecciones que permiten dar continuidad a los objetivos de desarrollo del milenio pendientes e incorporar nuevas aspiraciones para construir sociedades más equitativas, dignas y prósperas. Aunque cada país debe ajustar los objetivos y las metas a su realidad, su visión y sus proyectos estratégicos, es innegable el alcance de la propuesta y la importancia de que las naciones suscritas dirijan sus esfuerzos a objetivos comunes para transitar hacia sociedades sostenibles en las dimensiones social, económica y medioambiental.

Esta nueva propuesta presenta un enfoque de desarrollo sostenible que puede ser contextualizado como un modelo integral que proyecta el progreso económico, sociocultural y medioambiental, así como la permanencia de la salud física, mental y espiritual de una sociedad con base en sus condiciones y necesidades de partida y con vistas a su existencia y transformación positiva de cara al futuro.

Los siguientes objetivos sintetizan las principales direcciones de trabajo que componen la agenda 2030 a ser materializadas entre los años 2015 y 2030:

- Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo.

- Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.

- Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades.

- Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

- Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

- Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

- Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.

- Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

- Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

- Reducir la desigualdad en los países y entre ellos.

- Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

- Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

- Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

- Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

- Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.

- Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas.

- Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.9

La agenda ha sido pautada desde organizaciones de carácter internacional y se ha traducido en una declaración global que requiere de la implementación de políticas y estrategias concretas. Se concibe como "un plan de acción para las personas, el planeta y la prosperidad, a la vez que pretende consolidar la paz y requiere el desarrollo de alianzas para su puesta en práctica”.9 Su materialización descansa en la implementación de políticas, estrategias y proyectos con distinto alcance. No obstante, la complejidad de los propósitos que se desean alcanzar en 15 años suponen un desempeño multidimensional y la realización de cambios macro, meso y microestructurales que pueden llevar a cuestionar su viabilidad.

Por eso es vital que sea "una agenda transformadora y dirigida por las personas cuyos fundamentos (...) [descansen en la] transparencia, la participación y la inclusión".9 Solo desde la difusión, el acceso, el compromiso, el aprendizaje, la acción y la participación colaborativa es posible transitar hacia su consecución. La responsabilidad debe ser real y compartida, cada decisor y actor social debe estar al tanto y ser parte activa de las decisiones y acciones que en su contexto se tomen y realicen en dicha dirección.

 

MÉTODOS

Se realiza una investigación documental en el marco del grupo de investigación Biblioteca pública y comunidad, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Desde ese grupo, se coordina un proyecto de investigación más amplio que busca profundizar en las actuaciones contemporáneas de las bibliotecas públicas conectadas con el desarrollo sostenible.

En este caso, se utilizan el análisis documental y la triangulación de la información a medida que se avanza en el proceso investigativo. Las fuentes documentales seleccionadas se obtuvieron de múltiples consultas en español e inglés bajo las expresiones "desarrollo sostenible", "bibliotecas públicas", "desarrollo sostenible y bibliotecas públicas", "contribución de las bibliotecas públicas al desarrollo sostenible". Las consultas se realizaron entre noviembre de 2017 y febrero de 2018. Se colocó como período de búsqueda de 2014 a 2017/8 en Google, Google Académico, E-LIS, EBSCO y SCOPUS.

La información construida desde el análisis de las fuentes documentales más relevantes se conectó con los resultados del análisis de las funciones actuales de las bibliotecas públicas desde lo expresado, entre otros autores, por Jaramillo y Montoya Ríos,2 Domínguez Sanjurjo y Merlo Vega,3 Gómez Hernández,4 y Sánchez García y Yurbero.5 De acuerdo con lo advertido en la literatura analizada, los hallazgos sobre el tema de interés se organizaron en cuatro dimensiones interconectadas para su precisión: acceso abierto y participación ciudadana; inclusión, cohesión, empoderamiento y desarrollo local; identidad y memoria; y espacios y actuaciones sostenibles.

Todo lo señalado sustentó los planteamientos de las autoras en torno a la contribución de las bibliotecas públicas al desarrollo sostenible. Aunque no se trata de una investigación de campo, la triangulación ha sido la principal estrategia metodológica para advertir la participación de las bibliotecas públicas en la materialización de la agenda 2030.

 

RESULTADOS

Entre las instituciones públicas que pueden contribuir de forma más clara a los propósitos de la agenda 2030 se encuentran las bibliotecas públicas, no como entes aislados en una localidad, sino como centros aglutinadores y de participación social para, en y con las comunidades en contacto directo con las administraciones públicas y los proyectos de desarrollo local.

Los espacios, servicios y productos de información de las bibliotecas públicas apoyan la materialización de dicha agenda. El modo en que son creados y ofrecidos desde la investigación y la evaluación con la participación continua de miembros de las comunidades (usuarios y no usuarios) aseguran su relevancia y diversidad, y sientan las bases para la generación de un impacto social favorable. Se coincide con lo expresado por Ramos Chávez10 cuando sostiene que la información que se gestiona, accede, construye, socializa y usa en las bibliotecas públicas ayuda a los ciudadanos a:

- Ejercer sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.

- Ser económicamente activos, productivos e innovadores.

- Aprender y aplicar nuevas habilidades.

- Enriquecer su identidad y expresiones culturales.

- Formar parte de la toma de decisiones y participar en una sociedad activa y comprometida.

- Encontrar soluciones basadas en la comunidad para los desafíos del desarrollo.

- Garantizar la rendición de cuentas, la transparencia, la buena gobernanza, la participación y el fortalecimiento.


- Medir el progreso de los compromisos públicos y privados del desarrollo sostenible.10

El desarrollo de las dimensiones que mostraremos seguidamente permite conectar con y ampliar las precisiones de Ramos Chávez10 sobre el tema de interés.

ACCESO ABIERTO Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Las bibliotecas públicas defienden la trasparencia, la rendición de cuentas y el acercamiento entre los ciudadanos y los gobiernos. Brindan acceso a datos abiertos y se nutren de ellos para favorecer la toma de decisiones que se traducen en mejores actuaciones. Al respecto, señala Hernández Pérez11 que las bibliotecas públicas deben "crear conciencia sobre el valor de los datos y metadatos en el mundo digital y su incidencia en la privacidad y los derechos del individuo".11

Promueven la conciencia y la acción social en torno a asuntos clave como la salud, la educación, la agricultura, la equidad y el medio ambiente. Las bibliotecas públicas gestionan y hacen accesible información veraz que facilita la toma de decisiones y la acción ciudadana para impulsar el bienestar individual y común.

Las conexiones con instituciones y gobiernos locales son algunas de sus direcciones estratégicas para asegurar su participación en las políticas de desarrollo locales. Las bibliotecas públicas constituyen espacios para el encuentro y la socialización presencial o virtual entre miembros de instituciones, proyectos y grupos comunitarios. Al desarrollar servicios y productos crean alianzas entre ellas y con entidades locales, nacionales y regionales que pueden ser a la vez beneficiarios y beneficiados.7

El acceso a la información veraz de carácter estratégico y sobre servicios públicos se encuentra entre los principales servicios de las bibliotecas públicas, principalmente de la mano del servicio de información a la comunidad. Este servicio genera respuestas a necesidades de información de carácter geoespacial, administrativo y ciudadano relativas a la localidad o el escenario donde se insertan. En la medida que los ciudadanos reconocen y usan información de calidad sobre los servicios públicos y las gestiones de sus representantes pueden tomar mejores decisiones y hacer valer sus derechos.

Las plataformas y espacios web accesibles desde las bibliotecas públicas, unido a la asesoría de los bibliotecarios permiten a los ciudadanos realizar trámites, reclamaciones, aplicar para programas de subvenciones e inversiones y acceder a oportunidades que pueden promover su desarrollo y bienestar.

INCLUSIÓN, COHESIÓN, EMPODERAMIENTO Y DESARROLLO LOCAL

La inclusión, la cohesión, el empoderamiento y el desarrollo local son categorías constitutivas del modelo de desarrollo sostenible, a la vez que representan las metas de las estrategias actuales, orientadas hacia este fin por las bibliotecas públicas.

Estrechamente relacionados entre sí, los conceptos de inclusión, cohesión y empoderamiento adquieren su sentido transformador solo si persiguen el desarrollo local y condicionan las funciones de las bibliotecas públicas que, mediante sus actuaciones, deben propiciar la conversión de los ciudadanos en actores sociales, capaces de llevar a efecto su transformación con base en los esfuerzos comunes de los miembros de las comunidades. Es de señalar que dichas actuaciones no pueden ser uniformes, sino que deben atenerse a dos dimensiones: por un lado, las posibilidades reales de las bibliotecas públicas y, por el otro, las características de las comunidades, sus problemas y proyectos de desarrollo.

A su vez, la mayoría de los autores coinciden con lo que señala Bravo12 en torno al "rol catalizador que debe cumplir una biblioteca pública dentro de su comunidad, constituyéndose en un centro de reunión y contacto (...) [y] en un espacio público de relevancia".12 Al respecto, se cuenta con numerosas buenas prácticas, entendidas estas como experiencias que han arrojado resultados positivos, y han demostrado su eficacia y utilidad en un contexto concreto y que pueden servir de modelo para otras bibliotecas públicas.

Entre los proyectos realizados en las comunidades se destacan los orientados al fomento de la lectura y la promoción cultural. Con el apoyo de los gobiernos locales, estos proyectos se convierten en herramientas efectivas no solo para potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino para desescolarizar a las bibliotecas públicas y para transformarlas en espacios para las comunidades y no solo para los escolares.13 Por eso se afirma que las bibliotecas públicas actúan como centros culturales de las comunidades y logran que sus espacios tengan un mayor uso social.

Las bibliotecas públicas suelen tener en cuenta, al crear sus colecciones y servicios, la integración de las diferentes minorías que componen sus comunidades. Sus servicios permiten compaginar el monitoreo de integración cultural con las funciones de enlace entre las comunidades de inmigrantes y las comunidades originarias. Entre los objetivos que suelen perseguir se destacan la reducción de las barreras lingüísticas y culturales, y la promoción del respeto mutuo.14 También incluyen en sus proyecciones las características de los espacios donde se insertan y con los cuales dialogan; conciben los espacios públicos urbanos como medios para crear, afianzar y potenciar la cultura ciudadana y participar en los procesos socioculturales de las comunidades.

La atención a grupos vulnerables o en riesgo de exclusión social se encuentra entre las actuaciones de las bibliotecas públicas que se interconectan de una manera más evidente con los objetivos de la agenda 2030. En función de los grupos a los que se dirigen, diseñan, implementan y evalúan participativamente sus propuestas. Se trata de actuaciones "en su área de intervención, que buscan su vinculación intersectorial e interinstitucional, así como su posicionamiento y apropiación entre los miembros de la comunidad".15

En torno al empoderamiento de las comunidades y la inclusión de todos sus miembros en los proyectos de transformación, ocupan un lugar importante los procesos de alfabetización informacional y digital. "Es indiscutible el hecho de que el ciudadano que sabe aprovechar las fuentes de información electrónicas o impresas (...), se encuentra en mejores condiciones de hacer valer sus derechos, tanto civiles, humanos, económicos, sociales, de expresión, como culturales y políticos".16 Para lograrlo, se desarrollan las más diversas estrategias. Los programas y los servicios que generan habilidades y conocimientos relacionados con la búsqueda, la recuperación, la evaluación, el uso, la socialización y la creación de información en diferentes soportes se encuentran en el centro de las proyecciones de las bibliotecas públicas para potenciar el desarrollo sostenible. Las competencias en el uso de las TICs y el acceso que pueden propiciar las bibliotecas públicas en sus espacios, ayudan a las personas a solucionar un problema tan vital como la búsqueda de empleo.

Los cursos cortos en varios momentos del año son otros de los servicios más demandados por las comunidades a las bibliotecas públicas; entre ellos se destacan los que ofrecen una formación básica en temas relacionados con Internet e informática. Esos cursos suelen comprender la formación de destrezas esenciales que van desde saber redactar un correo y establecer los contactos hasta cuestiones más pragmáticas como pedir una cita médica, pagar facturas relacionadas con servicios públicos, reservar entradas para espectáculos, descargar programas, aprender idiomas en línea, leer revistas y diarios, utilizar traductores y escuchar música.17

Las bibliotecas públicas contribuyen, de forma directa o indirecta, a que cada usuario sea una "persona activa, productora de avances económicos y sociales; además de aportar al desarrollo de la comunidad a la que pertenece (...), lo que la habilita para participar activamente en la toma de decisiones, contribuyendo al desarrollo sostenible"16. Socializan información sobre los planes y oportunidades de desarrollo, alientan el emprendimiento compartido y el surgimiento de pequeños negocios que pueden generar beneficios económicos y sociales en las comunidades.

Autores como Figueroa18 también perciben el impacto de las bibliotecas públicas en la conformación de comunidades virtuales activas en la discusión, el intercambio y la construcción de información y conocimientos que pueden sustentar una parte de las decisiones y acciones de los ciudadanos y las instituciones locales.

Los servicios que proponen las bibliotecas públicas junto a las comunidades alientan el contacto social y los encuentros intergeneracionales. Constituyen buenas prácticas los programas que sostienen para potenciar la inclusión y la cohesión social en comunidades con habitantes que profesan diferentes religiones o tienen distintas procedencias y costumbres. Las bibliotecas públicas defienden la diversidad multicultural desde la gestión y el uso de información en correspondencia con los intereses de los grupos socioculturales que conforman las comunidades a las que se deben. El trabajo colaborativo y la prestación de servicios a grupos de las comunidades, escuelas, centros comunitarios y usuarios con intereses similares alienta la cercanía y el diálogo entre personas; esto es imprescindible para la edificación de una vida armoniosa con base en el respeto, la preservación de las tradiciones y la promoción de la diversidad cultural.7

IDENTIDAD Y MEMORIA

Uno de los roles fundamentales de las bibliotecas públicas resulta el de ser depositarias del patrimonio bibliográfico-documental de una localidad, provincia o región.19 Dicho patrimonio, en estas instituciones, constituye evidencia de la vida diaria de las personas y permite preservar las líneas de su historia; razón por la cual se sostiene que las bibliotecas públicas contribuyen a la generación de una memoria colectiva en desarrollo.

Los servicios que proporcionan las bibliotecas públicas a las comunidades que atienden en su rango de acción, tienen como objetivo propiciar el acceso a la información y el conocimiento en diferentes variantes. Una de las principales estrategias de sostenibilidad en cuanto al acceso y difusión de la memoria colectiva e identidad es la de establecer alianzas para garantizar el acceso equitativo a los recursos de conocimiento.

La agenda de desarrollo 2030, en objetivos puntuales, hace un llamado a desarrollar acciones, a través de la gestión del patrimonio documental, desde la necesidad de su preservación y acceso. Servicios de información que rescaten en localidades y regiones formas de agricultura sostenible, prácticas ancestrales, contenidas en la memoria de una localidad, estarán dando cumplimiento, por ejemplo, al objetivo 2: "Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible".9

Los servicios de información de las bibliotecas públicas vinculados con el préstamo de documentos digitalizados que conforman el patrimonio bibliográfico local tributan a la materialización del objetivo 3: "Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades"9. A su vez, los servicios, espacios y productos de información diseñados e implementados por las bibliotecas públicas para la promoción de oficios que se han perdido unido a la enseñanza de estos como herencia local con una perspectiva de género, responden, entre otros, al objetivo 5: "Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas".9

El objetivo 11 que propone “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.9 declarado más adelante en acciones como la 11.4: "redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo", se traduce en las bibliotecas públicas en estrategias y acciones que viabilizan el acceso y el enriquecimiento de la memoria e identidad de las comunidades, y se sustenta en colecciones multimediales que reflejan la historia, las tradiciones y los valores locales.

De acuerdo con Álvarez Ruiz y Manso Rodríguez,6 las bibliotecas públicas fomentan la capacidad de las comunidades para aprender y adaptarse con flexibilidad a los cambios contextuales sin olvidar su historia y herencia cultural. No solo son depositarias y promotoras del patrimonio documental; además, construyen y afianzan junto a las comunidades el patrimonio cultural local y su memoria vital.

ESPACIOS Y ACTUACIONES SOSTENIBLES

En diálogo con las ideas de Jaeger, Bertot, Kodama, Katz y DeCoster20 "las bibliotecas han sido organizaciones flexibles y adaptativas en la medida en que han buscado responder a las necesidades de sus usuarios, comunidades y la sociedad en su conjunto”20 teniendo en cuenta las transformaciones políticas, económicas y socioculturales que se han producido en sus contextos de actuación.

El análisis de las actuaciones de las bibliotecas públicas presentado en los epígrafes anteriores evidencia su real compromiso y participación en la construcción de sociedades inclusivas y conscientes. No obstante, el enfoque de sostenibilidad desde las bibliotecas públicas no solo se puede percibir en esa dirección. En el presente, los edificios e interiores de las bibliotecas públicas se transforman, para favorecer la socialización y la creación individual y colectiva, en espacios abiertos, neutrales, acogedores, plurales y multifuncionales; es decir en ambientes sostenibles.

Diseñadores y arquitectos apuestan por espacios "amigables" con el medio ambiente; sobre todo cuando se trata del diseño de nuevos edificios para su construcción. Se plantean, entre otros factores, la ubicación del edificio y sus salas de acuerdo a la incidencia de la luz natural a lo largo del día, la dirección y circulación de los vientos, la presencia de aguas subterráneas que permitan acceder a fuentes alternativas para la climatización, los usos sociales de los espacios circundantes, el tránsito de personas y medios de transporte, el ruido ambiental, la disponibilidad de materiales y recursos humanos locales, los niveles de contaminación que generarán las obras y las alternativas para reducirlos. De ahí que se perciba como tendencia en las nuevas bibliotecas públicas un renacimiento de "la arquitectura moderna escandinava (...), que enfatizaba el uso de la luz solar, los materiales naturales la armonía social y el contacto con la naturaleza".1

En ocasiones, no es viable el rediseño de los edificios de las bibliotecas públicas; en esos casos el rediseño del uso de los espacios ya existentes en función de su multifuncionalidad así como las fortalezas y oportunidades que ofrece el contexto en el que se ubican puede ser un camino más sostenible. Hay otras medidas que también implican inversiones significativas pero rentables en tanto se pueden recuperar a mediano plazo teniendo en cuenta la reducción de gastos, la capacidad de uso y los beneficios que pueden generar. Se trata, por ejemplo, del reemplazo de luminarias y equipos por productos que ofrecen igual o mejor rendimiento con un menor consumo de recursos, la instalación de paneles solares y otras fuentes de energía renovable. Entre las principales opciones de las bibliotecas públicas para acceder a ese tipo de transformaciones se encuentran las iniciativas de gobiernos e instituciones competentes asociadas a proyectos conectados con la agenda 2030 a escala regional o local para la creación de ciudades inteligentes, ciudades verdes-ecológicas o gobiernos abiertos.

No se considera posible situar a las bibliotecas públicas como instituciones que promueven el desarrollo sostenible si con su propia infraestructura y funcionamiento no defienden una actitud responsable y generan buenas prácticas para el bienestar social y la protección del medio ambiente en la más amplia acepción del término.

Cuando se alude al rediseño de edificios e interiores de las bibliotecas públicas también se hace referencia a la transformación de los usos y las prácticas informacionales y socioculturales que se producen en esos espacios. La sostenibilidad implica un cambio en las actitudes, las relaciones y los lazos que se establecen entre las personas, la información y los lugares en los que consumen, crean y comparten información y conocimiento en cualquiera de sus expresiones. Por eso, cuando se alude a sostenibilidad se habla también de un cambio de cosmovisión.

Se considera que el enfoque de sostenibilidad que se defiende desde las bibliotecas públicas debe ser el resultado de la filosofía y las proyecciones institucionales; por tanto, debe ser compartida por sus miembros. De ahí que se señale que la materialización del enfoque de sostenibilidad debe ser evaluada y proyectada como parte de la planeación estratégica de las bibliotecas públicas. Al respecto, se sostiene que los procesos de construcción de las proyecciones estratégicas en las bibliotecas públicas deben incluir un análisis del pasado y el presente en términos de las relaciones costo-beneficio, acceso-uso-impacto, debilidades-fortalezas y amenazas-oportunidades. Los estudios de tendencias y prospectivas resultan una herramienta vital para proyectar la sostenibilidad de sus actuaciones y espacios a corto y mediano plazo, así como para establecer direcciones flexibles que marquen el rumbo organizacional a largo plazo.

Otra dirección, que permite advertir su apuesta por un funcionamiento más sostenible, se refiere a su participación en iniciativas internacionales para el acceso abierto y a los sistemas de gestión integrada. Tales sistemas posibilitan la gestión y optimización de procesos informacionales comunes a la actividad bibliotecaria: organización, representación y recuperación de información, evaluación, entre otros. Suelen promover un equilibrio entre procedimientos automatizados de registro, control y organización, y acciones y decisiones que dependen del intelecto individual y colectivo. Aunque se ha avanzado en esta dirección, se considera que las bibliotecas públicas enfrentan múltiples retos mediados, entre otros factores, por el predominio de sistemas propietarios, los conflictos en torno a los derechos de autor y las licencias otorgadas, la descripción de documentos de diferente naturaleza y tipología, y la necesidad de contar con equipos multidisciplinares con competencias para desarrollar iniciativas, sistemas y programas de código abierto en correspondencia con las particularidades de los contextos a los que deberán responder.

Aunque existen aún múltiples retos, se advierte que el crecimiento de la interoperabilidad entre sistemas de información con interfaces amigables y únicas21 está influyendo en las concepciones y prácticas bibliotecarias, las interacciones sociales, así como en el consumo y el comportamiento informacional de las comunidades y los grupos de interés. La interoperabilidad entre sistemas de información está potenciando la reutilización de datos e información pública de calidad lo que puede reducir los costos de los servicios y productos, fortalecer y visibilizar el impacto económico y sociocultural de las bibliotecas públicas, apoyar la toma de decisiones a escala individual y colectiva, y colocar a las comunidades frente a mejores oportunidades para su emprendimiento y bienestar.

Además, las bibliotecas públicas suelen integrar tecnologías y aplicaciones populares para diversificar sus propuestas, ajustarse a los intereses y prácticas de las comunidades y contribuir a un óptimo uso de los dispositivos móviles y los equipos disponibles en sus salas. Por ejemplo, la realidad aumentada y los códigos QR complementan y amplían las concepciones y las propuestas de los servicios y la información que se ofrece sobre los recursos documentales.22 De acuerdo con Millán Reyes,23 los tópicos y realidades que suelen estar asociados al término bibliotecas inteligentes se conectan en mayor medida con varios tópicos: "uso de TICs, inteligencia artificial, robótica y sensores; (...) modelos de inteligencia en psicología, (...) desarrollo de ciudades inteligentes donde la biblioteca es un agente para su consecución, y otros (...) más específicos,23 como el empleo de tarjetas, códigos y datos para identificar al personal, los usuarios y el estado de sus relaciones con la biblioteca.

En ese sentido, resulta imprescindible realizar investigaciones sobre el impacto del acceso-uso-socialización de/en los espacios, servicios y productos bibliotecarios. Esto requiere de una adecuada gestión de datos e información a lo largo de sus fases de investigación, diseño e implementación, pero sobre todo demanda de un monitoreo participativo de carácter cuantitativo y cualitativo una vez que han sido ofrecidos.

En relación con los estudios de impacto, se suele aludir al impacto económico, ya que la presencia de indicadores e instrumentos de carácter cuantitativo han sido desarrollados con mayor sistematicidad a tono con los procesos de transparencia, justificación de las inversiones públicas y toma de decisiones de las administraciones sobre las asignaciones de presupuesto20 en función de la capacidad de las instituciones públicas para generar beneficios de carácter económico. En ese panorama, las bibliotecas públicas enfrentan el reto de determinar y comunicar su impacto económico en correspondencia con los modelos y prácticas requeridas por los gobiernos a los que se suscriben, y, a la vez, evidenciar su impacto sociocultural con base en los conocimientos, experiencias y testimonios que obtienen y construyen a partir de investigaciones científicas y de sus interacciones cotidianas con las comunidades.

 

CONCLUSIONES

La voluntad para construir sociedades dignas y verdaderamente humanas desde el respeto a la diversidad, la equidad, el empoderamiento social, el trabajo cooperado y la participación completa se expresa en la suscripción de la agenda 2030 por los representantes de los países que pertenecen a Naciones Unidas. Aunque los retos son múltiples y se considera que todos los objetivos no podrán ser cumplidos cabalmente en 2030, se advierte una proyección estratégica global que puede permitir a las administraciones y los ciudadanos conocer, valorar, compartir y actuar al respecto con sus distintos niveles de responsabilidad.

Los principales objetivos de esta agenda se enfocan en cuatro dimensiones: las personas, traducidos en su bienestar en el más amplio sentido del término, el planeta desde su conocimiento y protección, la prosperidad en el crecimiento económico, tecnológico y sociocultural, y las alianzas para fortalecer la cooperación internacional y promover un clima de respeto y paz. En función de implementar esta manera de hacer y hablar el lenguaje del desarrollo, las bibliotecas públicas trabajan en cuatro grandes dimensiones de actuación, que afianzan su rol como entidades de cambio y transformación, y las posicionan como agentes dinamizadores para una sociedad inclusiva. Estas esferas de actuación se reconocen en el presente estudio como: acceso abierto y participación ciudadana; inclusión, cohesión, empoderamiento y desarrollo local; identidad y memoria; y espacios y actuaciones sostenibles.

Su propio rol constitutivo-social las caracteriza como espacios de interrelación, en principio, porque fungen como conexión entre las instituciones y gobiernos locales. Una estrategia de desarrollo local implica a todos los garantes directos e indirectos, y requiere de acciones que aseguren la participación ciudadana en las políticas públicas desde la sostenibilidad. Las bibliotecas públicas como parte de los servicios no lucrativos de una sociedad, tienen un peso fundamental en la construcción y desarrollo de esta, en tanto son entidades para todos. Desde las bibliotecas públicas, se instrumentan servicios y productos de información, se desarrollan colecciones, y se diseñan espacios para cualquier ciudadano sin distinciones.

En el contexto internacional, desde la voluntad política de las naciones para un mundo equitativo, próspero y sostenible, instituciones como las bibliotecas públicas al ser entidades equitativas que apuestan por el desarrollo y el empoderamiento social, generan un gran impacto a través de los procesos de alfabetización informacional, potencian la cohesión y la inclusión social, y alientan la acción ciudadana en diferentes direcciones; por eso se consideran espacios idóneos para incentivar y fortalecer la participación completa de las comunidades en el diseño y la implementación de estrategias, proyectos e iniciativas gubernamentales en esa dirección. Las bibliotecas públicas constituyen escenarios donde las comunidades pueden generar sus propias iniciativas para potenciar el desarrollo local y gestar el futuro desde los objetivos de la agenda 2030 en el marco de las políticas públicas correspondientes.

 

Declaración de la contribución de los autores

Todos los autores participaron en el diseño de la investigación y su desarrollo; además revisaron la redacción del manuscrito y aprueban la versión finalmente remitida.

Conflicto de intereses

Los autores declaran que no hay conflicto de intereses.

 

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Recibido: 4 de mayo de 2018.
Aprobado: 14 de mayo de 2018.

 

 

Sandra Fernández-Hernández. Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. La Habana, Cuba. Correo electrónico: sandrafernandez@fcom.uh.cu


* Versión revisada de la ponencia presentada en el Congreso Internacional de Información Info 2018 en La Habana, del 5 al 9 de febrero de 2018.